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LA HISTORIA DE UN JOVEN GRAVEMENTE HERIDO

 

Cuando yo ya era  médico graduado,  presté mi servicio social obligatorio conocido como “Rural”  en el Hospital La Cruz de Puerto Berrío  (Antioquia- Colombia), en aquella época un hospital Regional,  teóricamente de segundo nivel; este municipio situado en la ribera del  rio Magdalena , históricamente ha sido muy violento y particularmente en los años ochenta y noventa existían  severos problemas de orden público (guerrilla, paramilitares, delincuencia común).

Una noche me encontraba de turno en el servicio de urgencias, a eso de la 1 o 2 am llego un joven muy mal herido, tendría unos 22 o 23 años , casi la misma edad que yo tenía para ese entonces, traía  una herida abdominal causada por arma corto punzante con evisceración (las visceras  salen de  la cavidad abdominal ),  además la herida habia sido causada hace varias horas porque había ocurrido en una zona apartada de la cabecera municipal y según me habia contado el paciente, causada en una riña ocasionada por los efectos del alcohol.

Una Cirugia Inminente...

 

El paciente aunque en mal estado general se encontraba consciente y podía dar la información sobre lo sucedido, yo le explique la gravedad de su estado y le dije claramente que su única opción era una arriesgada cirugía, además  le pregunté si creía en Dios, me contestó que  si creía en Dios y que profesaba la religión católica, yo le pregunté  si  quería conversar con un sacerdote antes de la cirugía, él me contestó que si lo deseaba. 

Desde el punto de vista médico era indiscutible que requería una intervención quirúrgica inmediata, yo procedí  a llamar a los otros dos colegas médicos disponibles para definir la conducta en estos casos, cuando estuvimos reunidos les expuse el caso y escuché su opinión. Debíamos operarlo  inmediatamente no obstante nuestras limitaciones técnicas, la cirugía a realizar era de bastante complejidad , sin embargo no había más opciones médicas porque en esa época el municipio de Puerto Berrío estaba comunicado con Medellín, (la ciudad mas cercana con hospitales de alta complejidad) ,  por una carretera sin pavimentar en la mayoría de su trayecto cuyo tiempo de recorrido era  cerca de 10 horas, había dos vuelos comerciales diarios, pero el próximo vuelo no sería sino hasta las 8 am, demasiado tiempo de espera para remitir el paciente, teniendo en cuenta que en aquella época este Hospital no tenia médicos especialistas en Cirugía general  y Anestesiología, nosotros como médicos generales debíamos afrontar estas responsabilidades.

....Ultimos instantes de consciencia

 

Cuando mis colegas me preguntaron mi opinión acerca de la conducta a tomar con el paciente herido, les dije que lo primero era llamar al sacerdote del pueblo para que asistiera al joven espiritualmente  antes de ingresarlo al quirofano.

Mis compañeros pensaban que yo estaba tomándolos del pelo y no creían que lo que yo decía iba en serio, sin embargo nunca habia estado tan seguro de una decisión médica, ellos me dijeron que “no era bien visto” que los médicos del Hospital salieran    buscando al "cura del pueblo"  y tal vez perder instantes de tiempo  que "podrian salvarle la vida" al herido grave.

 

"...Tal vez me faltaron agallas para salir y buscar al cura del pueblo, pero corría el riesgo de ser acusado de abandono del sitio de trabajo.." 

 

Finalmente entramos a cirugía pues estaba descartado remitir el paciente a Medellín esa misma noche por carretera, y menos aun   esperar el vuelo de la mañana, pues las pésimas condiciones del herido no daban mas espera, el joven murió en cirugía...

 

Durante muchos años estuve pensativo al rememorar este caso  y recordaba también el  caso del  estudiante de Medicina y veía que había muchas características comunes entre ellos:

  • Ambos pacientes eran muy jóvenes

  • Se encontraron de manera inesperada con la muerte

  • Las circunstancias indican que seguramente no estaban adecuadamente preparados ni psicológica ni espiritualmente para afrontar la muerte. 

PARA RECORDAR SIEMPRE ...

 

La accion del perdon de Dios... 

 

 Viendo los hechos a la luz del cristianismo y del juicio particular al que todos seremos sometidos después de la muerte, no eran las circunstancias que rodearon y generaron la muerte de los jovenes de estas historias (Joven universitario que se lanzo al vacio y joven herido en zona rural), las más adecuadas para presentarse a la eternidad.

 

Sin embargo, ambos jovenes a pesar de haber sufrido gravísimas lesiones corporales mantuvieron su estado de consciencia durante un lapso importante de tiempo.

 

Aunque en circunstancias diferentes ambos podían haber recibido la atención y asistencia espiritual adecuada si quienes estuvieron cerca y/o les atendían como pacientes, hubiesen tenido en consideración la importancia no solo de curar cuerpos sino la de salvar almas…

 

También en ambos casos lo que podría haber sido la administración del sacramento de la reconciliación y el perdón de Dios y la unción de los enfermos, no se dio porque quienes habían podido haber sido coparticipes de tal maravilla olvidaron que aun en las más adversas circunstancias siempre está la ACCION DEL PERDON DE DIOS.

 

Tampoco se orientaron a estos heridos graves a realizar un ACTO DE CONTRICION-. Siempre es mayor la gracia de Dios que las faltas de los hombres, siempre El está ahí dispuesto para que los hombres encuentren el consuelo en su amantísimo corazón. 

Emergencias espirituales

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